jueves, 5 de noviembre de 2009

Olor

...como una perra hambrienta
alucinando un infinito hueso
por las afiladas Cuchillas del Montiel
he perseguido tu olor,
deshilachádome a cada paso
como un vestido viejo
acosado por el viento
 enrredándose en los pastos.
Más de una vez, confundidos,
me acorralaron los perros
encelándose con el olor de mi cuerpo...
¡Ay, dulce Enemigo mío...!
cómo no vuelves conmigo
cómo no te compadeces de semejante suplicio...
yo, peregrina del sueño,
incapaz de una hora de descanso
te persigo por el campo
como una estrella fugaz persigue
enloquecida el naufragio...
Julia Patricia Peralta
12-08-08

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