Dedico este poema a mi amado Pueblo, Villaguay y especialmente a mi queridos amigos de la infancia: Mabel, Titito y Nenita Melgarejo; Tito Huck, Vitorio Zalate, Cármen Calderón y a mi querido hermano Gabriel. ¡Viva mi Pueblo, Carajo!!!
Infancia
Las madreselvas blancas y naranjas
se mecen suavemente con la brisa de la tarde
su fragancia se mezcla con el aire
y me llevan de viaje hasta la infancia...
Es otra vez verano en Villaguay
y nos desparramamos en la hierba
frescos de sabrosos damascos
y sandías suculentas.
Contentos tan solo por ser los propietarios
de la magia dorada de la siesta
donde éramos nosotros los reyes
de un país lleno de hadas y de duendes,
donde era suficiente la setencia: "decía que..."
para que todo fuera cierto en un instante
y las escobas se transformaran en caballos rozagantes
y las sábanas fueran fuertes paredes
de palacios provistos de maravillas diferentes.
Un sombrero era una corona de diamantes
o la misteriosa galera del mago más importante...
y jugábamos incansables
gozando todo el tiempo de estar juntos.
A veces éramos papá y mamá
o policías y bandidos...
otras, periodistas, doctores o payasos,
cocineros, locutores o maestros...
otras veces el juego consistía
en saltar la cuerda o el elástico
o treparnos furtivamente
a las máquinas cosechadoras de lo Corfield
eludiendo la fiel guardia del perro Taragüí.
Otras el juego era sencillamente
subirnos a los árboles o escondernos
o simplemente corrernos hasta caer rendidos de la risa
los cachetes colorados y los ojos brillantes...
Todo era bueno, divertido:
el trompo, el karting, la carroza...
las carreras en bici
las secretas excursiones al arroyo Las Piedritas...
El Vitorio, el Tito, la Nenita,
la Lelel, el Titito, la Carmén,
el Gabito y la Patricia
jugando incansables
en una ronda feliz de frutas y luciérnagas.
El tiempo era sencillamente
el tiempo de los juegos y la escuela
el horario de comer o de acostarse
o la hora de hacer los deberes
o la hora de mirar los Picapiedras en la tele...
Las fechas importantes
eran las de los días de cumpleaños
las de los actos del colegio
o el casamiento de vecinos o parientes
oportunas ocasiones para ponernos preciosos,
para estrenar trajecitos o zapatos,
recibir regalos,
y comer todo tipo de pasteles y de tortas.
Pero ya sea vestidos de etiqueta
o descalzos y embarrados chapoteando en los charcos
nosotros éramos los amos de la vida
nada había capaz de detenernos
ni golpes ni resfríos ni raspones
ni los gritos ni rezongos de los viejos...
"total "...
la fiesta de los juegos era nuestra
y nuestro era el mágico mundo de la siesta...
Las madreselvas bailan con el viento
absorbo su perfume con todos los sentidos...
¡SOY FELIZ
el crepúsculo me acuna en su regazo...
el país de la infancia que brilla
en el centro de Entre Ríos
me ilumina la frente y endulza las horas del presente!
Julia Patricia Peralta Herrera
27-02-06
Me gustó el poema! Me emocioné mucho!!!
ResponderEliminarGracias China!!! Mil besos!!!
ResponderEliminarQue lindo poema!!!
ResponderEliminarMary
Cuanta ternura en tus palabras, en verdad me emocionaron, y por un rato te vi en tu lugar de infancia.
ResponderEliminarBesitossssssssssssssssssssssssss.
que bueno. donde vivias en villaguay
ResponderEliminarAsí eran aquellos días...un beso
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